Canonical models of crime emphasize economic incentive. Yet, causal evidence of sorting into criminal occupations in response to individual-level variation in incentives is limited. We link administrative socioeconomic microdata with the universe of arrests in Medellín over a decade. We exploit exogenous variation in formal-sector employment around a socioeconomic-score cutoff, below which individuals receive benefits if not formally employed, to test whether a higher cost to formal-sector employment induces crime. Regression discontinuity estimates show this policy generated reductions in formal-sector employment and a corresponding spike in organized crime, but no effects on crimes of impulse or opportunity.
Los modelos canónicos sobre el crimen enfatizan los incentivos económicos. Sin embargo, la evidencia sobre si dedicarse a ocupaciones criminales en respuesta a variaciones en el nivel de incentivos individuales es limitada. Vinculamos diferentes micro datos socioeconómicos de origen administrativo con el conjunto de arrestos en Medellín durante más de una década. Aprovechamos la variación exógena en el empleo en el sector formal usando como punto de corte un puntaje socioeconómico, en el cual las personas reciben beneficios si no están empleadas formalmente, para comprobar si un mayor costo del empleo en el sector formal induce la delincuencia. Las estimaciones de la regresión discontinua muestran que esta política generó reducciones en el empleo en el sector formal y aumentó correspondientemente el crimen organizado, pero no hubo efecto en los delitos de impulso o de oportunidad.
Rights & Permissions
You may use and disseminate CGD’s publications under these conditions.